Sala de Prensa
Contáctanos
EN

Radiografía: tres pilotos, tres leyendas

21 Julio 2023  01:32 PM

* Nelson Piquet, Gilles Villeneuve y Alberto Ascari son más que grandes pilotos. Gracias a su talento y garra se ganaron el título de “leyenda”.

Hay pilotos que marcan una época. Su talento, habilidad, agresividad y hasta terquedad les hicieron trascender, y su legado perdura décadas después de conquistar los más importantes Grandes Premios de Formula 1.

Se trata de volantes cuyo virtuosismo enamoraba a los fanáticos, daba confianza a sus equipos y hacía que los rivales se enfocaran al máximo en cada carrera. Por ello, hoy recodaremos a tres pilotos sin los cuales la Formula 1 no sería el gran deporte que hoy es.

Comenzaremos por uno de los mayores rivales del pentacampeón Juan Manuel Fangio, el italiano Alberto Ascari

El milanés nació el 13 de julio de 1918 y su amor por el automovilismo se dio por herencia, pues su padre, Antonio, fue un gran piloto de Alfa Romeo en la década de los 20s.

Ascari fue uno de los tres primeros pilotos de Ferrari en la temporada inaugural de la Formula 1, en 1950, y de inmediato se convirtió en el rival de Fangio. Sin uno, no existía el otro.

Alberto consiguió su primer triunfo en la segunda temporada, en Alemania, y puso broche de oro a la campaña con la victoria en casa, el Gran Premio de Italia,  al superar a José Froilan González, también de Ferrari, en el primer 1-2 de la Scuderia en Monza.

Lastimosamente el italiano perdió la vida en Monza, en 1956, mientras realizaba pruebas para Ferrari. El lugar donde se impactó hoy es mundialmente conocido como la “Variante Ascari”.

Alberto Ascari dejó cifras sorprendentes para la época, pues en 33 Grandes Premios consiguió 17 podios, 13 de ellos victorias, 14 pole positions y dos campeonatos mundiales (1952 y 1953), lo que le convirtieron en el primer bicampeón de la historia.

El segundo piloto de nuestra lista es otro hombre ligado a Ferrari. El canadiense Gilles Villeneuve

Llegó al automovilismo luego de ganar todo lo imaginable en las motos para nieve en Quebec. Dominó a placer la Fórmula Atlantic en Canadá y Estados Unidos y probó y corrió con McLaren en 1977, para finalmente ser contratado por don Enzo Ferrari, para el final de esa temporada.

Gilles, nacido el 18 de enero de 1950, fue hijo de un afinador de pianos. Llamó la atención mundial al vencer a James Hunt en una carrera de Fórmula Atlantic (fuera de campeonato) en 1976 y se decía que simplemente no conocía el miedo.

Su inicio en la Scuderia fue lento, con algunos abandonos y malos resultados, pero Enzo había visto algo en el canadiense y se mantuvo en el equipo. La remontada vino, para su fortuna, en el Gran Premio de Italia de 1978, donde calificó en segundo. Ya en carrera, terminó detrás de Mario Andretti pero ambos fueron penalizados con un minuto, por “robarse” la salida, y cayeron al sexto y séptimo (Gilles).

Su primer triunfo se dio en la carrera de casa, el Gran Premio de Canadá, disputado en el circuito que hoy lleva su nombre. Gilles es el único canadiense que ha logrado esa hazaña, y la consiguió al vencer a Jody Scheckter por más de 13 segundos.

A partir de entonces las victorias y las grandes actuaciones eran cosa de cada carrera, a pesar de que no contaba con el mejor auto de la parrilla. En 68 Grandes Premios obtuvo 13 podiums, seis de ellos victorias, dos pole positions y ocho vueltas más rápidas. Su mejor posición en el mundial fue el subcampeonato de 1979, su segunda temporada completa.

Villeneuve falleció durante la clasificación del Gran Premio de Bélgica de 1982, cuando trataba de superar a un auto lento que pensó cederle el paso, pero ambos pilotos escogieron el mismo lado de la pista.

Su paso por la serie dejó una gran huella y se destaca que el propio Schekter le catalogara como el “piloto más rápido en la historia”. Hoy, la frase “Salut Gilles” se lee en la línea de meta del autódromo de Montreal, el Circuito Gilles Villeneuve, casa del Gran Premio de Canadá.

Uno de los mayores rivales de Gilles fue el brasileño Nelson Piquet

El nacido el 17 de agosto de 1952 en Rio de Janeiro se desarrolló en la Fórmula 3 Británica, debido a que contaba con el apoyo financiero de su padre, un ministro del gobierno brasileño.

Piquet (el apellido de soltera de su madre), fue campeón de la peleada categoría inglesa en 1978, lo que le dio la oportunidad de debutar ese mismo año en la Formula 1, con el equipo Ensign, con quienes no tuvo buena suerte, al abandonar en Alemania.

Antes de que terminara la campaña encontró asiento en Brabham, y para 1979, fue coequipero de Niki Lauda. El primer año fue muy difícil para el equipo, y con la salida de Lauda, Piquet heredó el puesto de piloto 1.

Todo cambió en 1980, pues en el primer GP del año, en Argentina, cerró en segundo, y la primera victoria vino en la ronda del Oeste de Estados Unidos. Siguieron los triunfos de Países Bajos e Italia, para terminar como subcampeón.

Con el equipo funcionando a la perfección y el apoyo de sus patrocinadores, Piquet se convirtió en un referente de la serie. No gustaba de hacer bromas y su estilo de manejo técnico, aunque no levantaba pasiones, era eficiente y contundente, un gran contrapeso del carismático Villeneuve.

Piquet podía competir contra el cerebral Alain Prost o el talentoso Carlos Reutemann, y apoyado por la estabilidad que daba el mexicano Héctor Alonso Rebaque al equipo Brabham, podía enfocarse en el desarrollo y las victorias.

Nelson fue campeón de 1981, con 50 puntos, apenas uno más que el argentino Reutermann, y cuatro sobre Alan Jones, gracias a sus triunfos en Argentina, San Marino y Alemania.

El brasileño superó a Prost en 1983 por dos unidades, y su última corona llegó en  1987, con Williams, con la mayor ventaja, 12 puntos sobre Nigel Mansell, pero eso no significó que fuera fácil. Esa campaña tuvo que imponerse no sólo al británico, sino a Ayrton Senna, quien comenzaba a jalar los reflectores a su Lotus gracias a sus brillantes y temerarias actuaciones, así como a Prost, Gerard Berger y Steffan Johansson.

Piquet dejó números envidiables, pues en 207 Grandes Premios consiguió 60 podiums, 23 de ellos victorias; 24 pole positions y 23 vueltas rápidas. En cuanto a cifras y títulos es el segundo brasileño más exitoso, pues aunque Ayrton tiene el mismo número de coronas, sumó 41 victorias.

A pesar de que nunca fue cercano a la gente, y la simpatía de figuras como Sennas o Emerson Fittipaldi son mágicas en los fans brasileños, el nombre de Piquet siempre estará en letras doradas en la Formula 1, y se le recordará como un piloto serio y contundente.

Son estas leyendas las que han ayudado a la construcción de la Formula 1, los que con su talento brindaron emociones y carreras legendarias y que hoy recordamos con admiración.