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Radiografía: Tres pilotos sinónimos de Formula 1

21 Septiembre 2023  11:01 AM

* Stirling Moss, Emerson Fittipaldi y John Surtees, dejaron un legado inigualable en la Formula 1 gracias a su valentía, velocidad y valor.

Existen nombres que son sinónimos de velocidad y aún más, de la Formula 1. Sus hazañas y simpatía hicieron que con solo nombrarlos los aficionados llenaran las gradas de los autódromos donde se presentaban y su legado se fortalece con el tiempo.

Stirling Moss, Emerson Fittipaldi y John Surtees no sólo tienen en común ser ganadores de Grandes Premios, sino el marcar a generaciones de fanáticos a la velocidad, gracias a sus cualidades detrás del volante.

Stirling Moss

Durante 11 temporadas fue un auténtico competidor en cada prueba. El británico debutó oficialmente en la Formula 1 en el Gran Premio de Suiza de 1951, y su última ronda puntuable fue en la prueba estadounidense de 1961.

Durante ese lapso disputó 66 Grandes Premios, obtuvo 24 podiums (incluyendo 16 triunfos), 19 vueltas rápidas, 16 pole positions y 37 primeras filas; lo que le colocaba como uno de los pilotos más exitosos de la época.

Hijo del piloto Alfred Moss, quien tuviera un cuarto lugar en las 500 Millas de Indianápolis de 1924, Stirling era un peleador nato y gracias a ello obtuvo cuatro subcampeonatos de manera consecutiva, de 1955 a 1958; y tres terceros lugares al hilo, de 1959 a 1961. Sin embargo… nunca pudo ser campeón.

Para su infortunio, Stirling se enfrentó a auténticos dioses del volante, como Juan Manuel Fangio, Alberto Ascari, Jack Brabham y Phil Hill.

Entre sus mayores triunfos, destacan tres victorias en las calles del Principado de Mónaco, tres en Italia y dos en casa, Silverstone. Una leyenda.

Algunas de sus últimas apariciones públicas se dieron en 2015 como embajador de Mercedes Benz, equipo con el que disputó el mundial de 1955. En aquella ocasión, intercambió monoplaza con el multicampeón, compatriota y amigo Lewis Hamilton, en un encuentro mercadológico.

Emerson Fittipaldi

Uno de los mayores iconos del automovilismo latinoamericano y mundial es Emerson Fittipaldi. El brasileño llegó a la Formula 1 luego de ser campeón de la Formula 3 Británica y tercer lugar en la Formula 2 y marcó una época gracias a su estilo de manejo temerario.

“Emmo” debutó en 1970 con Lotus y desde esa primera campaña se convirtió en  un referente al ganar el Gran Premio de Estados Unidos, el primero de 14 triunfos en la serie.

Esas victorias le sirvieron para proclamarse campeón en 1972 y 1974, además de los subcampeonatos de 1973 y 1975. En ese camino, sumó 35 podiums, seis pole positions y seis vueltas más rápidas.

Uno de los mayores logros fue el de fundar, junto con su hermano Wilson, un equipo totalmente brasileño, llamado oficialmente Fittipaldi Automotive, aunque para términos prácticos sería conocido como el Copersucar, debido al patrocinador. Fue en esta escudería en la cual terminó su viaje en la serie, luego de su paso por McLaren.

Luego de su paso por Formula 1, Fittipaldi continuó su camino en el automovilismo estadounidense, pero siempre será recordado como el primer bicampeón brasileño en la historia.

México tiene una gran relación con Emmo, quien fue embajador del primer Gran Premio de la nueva era, en 2015. “Me siento muy honrado de asumir este papel como embajador oficial del Autódromo Hermanos Rodríguez. Tengo recuerdos muy especiales de cuando corrí aquí en los años setenta, la pista era muy diferente. No creo que haya realizado mis mejores actuaciones en este circuito, sin embargo nada puede hacerme olvidar la increíble atmósfera creada por los aficionados mexicanos, su pasión y energía positiva son extraordinarias”, dijo en ese momento.

“Nunca olvidaré cuando Pedro Rodríguez se acercó a mí antes de mi primera carrera en México y me preguntó si yo hablaba español, le dije que hablaba un poco, luego me pidió que lo acompañara a recorrer el circuito para pedirle a los aficionados que estaban realmente entusiasmados que se colocaran detrás de las barreras para que pudiéramos comenzar la carrera”, le platicó a Rodrigo Sánchez, CMO del Fórmula 1 Gran Premio de la Ciudad de México.

John Surtees

Y si hablamos de pilotos legendarios, tenemos que nombrar al británico John Surtees, quien siempre será recordado por ser el único campeón mundial tanto en motos como en autos. En dos ruedas fue monarca en seis ocasiones (1956, 1958, 1959 y 1960), tanto en 350 cc como en 500 cc y tras un desentendido con sus patrocinadores dio el salto a las cuatro ruedas, donde consiguió el campeonato de Formula 1 de 1964.

Esa hazaña no ha sido alcanzada por nadie más, lo que le lleva al rango de “leyenda”. Su entrada al deporte motor se dio a los 14 años, como pareja de su padre en una carrera de motos con ‘sidecar’, y a partir de entonces se desarrolló un amorío con la gasolina y la velocidad.

Su debut en la máxima categoría se dio en 1960, con Lotus y el primero de sus seis triunfos se dio en Alemania, en 1963, ya corriendo para Ferrari. Al finalizar su carrera había conseguido 24 podiums, ocho pole positions, 11 vueltas más rápidas y el subcampeonato de 1966.  

El británico estuvo en el primer Gran Premio de la Ciudad de México, en 1962, en el #19, lamentablemente su auto no pudo arrancar y se quedó en plena parrilla. John pudo echar a andar su monoplaza y dio cuatro vueltas antes de abandonar por fallas mecánicas.

Sin embargo el británico pudo tener su revancha y en la ronda mexicana de 1966 obtuvo su quinto triunfo en la serie, al vencer en el Cooper Maserati a Jack Brabham (en equipo propio) por casi ocho segundos.

Al año siguiente, la primera carrera de la temporada fue el Gran Premio de Sudáfrica, donde no tuvo la calificación esperada y arrancó desde el sexto cajón, sin embargo realizó una gran remontada para conseguir el podium al ubicarse en el tercer sitio, detrás de John Love, quien fue segundo, y del mexicano Pedro Rodríguez, quien logró su primera victoria.

Surtees, al igual que la mayoría de los más grandes pilotos de la Formula 1, ha estado ligado a México, y junto con Moss y Fittipaldi hoy son referentes del deporte motor a nivel mundial. Figuras que no sólo representan los valores de los grandes pilotos, sino que sin ellos no podría concebirse el presente de la categoría. Ídolos que lograron transmitir su pasión por la velocidad y que hoy los recordamos en esta radiografía.