* Los monoplazas de la Formula 1 han crecido temporada tras temporada, haciendo que la aerodinámica y potencia se conviertan en elementos con mayor importancia en la categoría, pero también un nuevo obstáculo.

El crecimiento de los autos de la Formula 1 ha hecho que nuestro asombro aumente cuando tenemos la oportunidad de estar frente a uno de estos monoplazas. Con 5.63 metros de largo y 2 metros de ancho, los autos se han convertido en máquinas intimidantes y espectaculares.

Pero ese crecimiento no sólo ha influido para que los ingenieros puedan colocar en los autos todos sus conocimientos sobre aerodinámica y tengan espacio suficiente para las poderosas unidades de potencia híbridas, sino que en algunas pistas se han convertido en un obstáculo para los pilotos.

Cuando la Formula 1 nació como campeonato mundial (1950), el Ferrari 340 F1, primer auto de la Scuderia en la serie, no llegaba a los 4 metros de largo ni al 1.5 metros de ancho, lo que permitía que en circuito apretados, como Mónaco, pudieran estar hasta tres autos peleando la posición.

A pesar de contar con motores V8 (y unos años después hasta V12), el tamaño se mantenía reducido comparado con los autos de producción que existían en la época, y el ser monoplaza evitaba que fuera ancho.

Haciendo una comparativa, los autos modernos son 1.7 metros más largos, y 55 centímetros más anchos. Es decir, podríamos poner al Ferrari 340 F1 y a Lewis Hamilton acostado en el piso, y apenas alcanzaríamos el largo de un F1 actual.

Con casi 2 metros más en lo largo, el ratio de giro se complica en curvas cerradas, en Mónaco (la gran chicana de bajada, proveniente de Mirabeau Alta), no dejando oportunidad a que otro auto intente un adelantamiento, haciendo que la carrera sea la que menos rebases ofrece en el calendario.

Motores pequeños

El motor que ganó el primer campeonato mundial (el Alfa Romeo 158 con Giuseppe Farina al volante) era un ocho cilindros, 1.5 litros supercargado capaz de generar 350 caballos de fuerza, y actualmente las unidades de potencia (que integran un motor a combustión y un eléctrico, para formar un concepto híbrido) son V6, de 1.6 litros turbo, que generan 1000 hp y son -apenas- 100cc más grandes.

El peso entero del Alfetta de Farina es apenas 35 kilogramos menor que el Alfa Romeo C39 de 2020 (de 746 kilogramos). Hoy, los autos pesan 798 kgs (ya con piloto). ¿Cómo es posible que con motores de tamaño similar, los autos sean mucho más largos?

Aerodinámica

A diferencia de los primeros autos, los actuales monoplazas cuentan con elementos delanteros y traseros que no existían: los alerones. Para obtener una menor resistencia al viento, los monoplazas han tenido que adoptar formas más alargadas y tener alerones en los extremos, para asentarlos al piso.

Pero esos conocimientos en aerodinámica no sólo han servido para hacer los autos más veloces, sino para dificultar los rebases, y es que, gracias a los alerones y las formas de la tapa de motor y pontones, el auto deja una “turbulencia” y “aire sucio”, que complica que el fluir del aire sea óptimo en el auto que va detrás.

El juego aerodinámico “destapó” un nuevo problema: el “porpoising” (marsopeo), que se traduce en un brincoteó en el auto, que afecta directamente a la visión, maniobrabilidad y control de los pilotos.

Estos adelantos tecnológicos han logrado que se aumenten las velocidades tope y si la velocidad promedio de la mejor vuelta en Silverstone 1950 fue de Farina, a 152.983 km/h; la evolución llevó a Carlos Sainz a rodar en promedio a 240.195 km/h en el Ferrari, en la más reciente edición del GP de Gran Bretaña.

Cambios problemáticos

Estas evoluciones, además de brindar emociones en la tribuna, se han convertido en problema para algunos trazados, y en particular para el Principado por lo estrecho de sus calles de apenas siete metros de ancho.

Pero no sólo ha afectado la acción en pista, pues lo reducido de la calle de pits obliga a que la velocidad máxima sea de 60 Km/h, mientras que en los autódromos modernos es de 80 km/h.

Además, el Gran Premio monegasco no tendría capacidad de ofrecer cajones de pits extra si entraran nuevos equipos, ya que lo largo de los vehículos han ocupado el pit lane completamente.

Y no es el único cambio generado por la evolución. Los alerones crean mayor “downforce” (agarre) lo que ha llevado a las llanteras a desarrollar nuevos compuestos, pues la degradación afectaba directamente al desempeño de los neumáticos.

A mayor velocidad, mayor fuerza G en los pilotos, quienes han tenido que incorporar entrenamientos especiales para fortalecer sus cuellos. Y la lista continúa.

Todas estas evoluciones y cambios son parte de la Formula 1 moderna y podrán ser comprobados en pista cuando se viva el FORMULA 1 GRAN PREMIO DE LA CIUDAD DE MÉXICO 2024 Presentado por Heineken, donde seremos testigos de la búsqueda de un nuevo récord de velocidad tope, aprovechando que la recta del Autódromo Hermanos Rodríguez es una de las más largas del campeonato, con 1.1 kilómetros de longitud.