Cada aficionado tiene los que se merece
La primera acepción del término rebase, es exceder. Hay una última gota que provoca que un recipiente quede rebasado. Y es precisamente de lo que más disfruta el público aficionado a las carreras, cuando un piloto rebasa. Es decir, cuando va más allá.
La competición en autos tiene dos puntos que la hacen o que le dan forma: al arrancar o sea en la largada y, al terminar; esto es, al llegar a la meta. Mentira que las gradas de un autódromo se llenen para ver únicamente esos dos instantes. La gente quiere enterarse y disfrutar de todo lo que ocurre en medio de los extremos. Las paradas en Pits, la manera en abordar cada una de la curvas en manos del piloto preferido. Pero verlo adelantar, sobrepasar y dejar atrás a sus rivales: es lo que provoca un punto y aparte.
Ocurre que en el arte de rebasar hay matices. No es lo mismo rebasar a un coche que va atrasado, lo que es lo mismo a doblarlo o “lapearlo”, que vencer en el asfalto a uno que anda igual de rápido. Porque esto último, demanda hacerlo en el punto de la pista en que se va a imponer aquel que es más hábil y arriesgado al excederse; aunque anden montados en vehículos casi iguales. Vale recordar que dos objetos no caben al mismo tiempo en un espacio hecho sólo para uno. Esto es que al entrar a tal o cual curva, sólo uno de los pilotos que van al ataque, pasará. El segundo, tendrá que consolarse con nada más ir echando vaho en los espejos del rival, pero sin desplazarlo.
Da la casualidad que los pilotos más admirados son aquellos duchos en el “sorpasso” o ultra-pase. En el arte cumbre del pilotaje, que consiste en deshacerse de un enemigo.
Ante la falta de adelantamientos o rebases, las autoridades deportivas han buscado con afán modos y maneras que contribuyan para que haya más momentos de estos en cada prueba, saben que en eso reside el encanto que de verdad convence.
Para eso se han ideado mecanismos como el ERS o el DRS, que impulsarán con un extra al coche que ataca. El primero es, mediante el lanzamiento de la energía guardada que se disparará cuando el piloto que busca el rebase, aprieta el acelerador; esa potencia extra que se consigue almacenando tal carga en las baterías hechas para eso. El DRS es más sencillo, se abate una hoja del ala trasera que permita que el coche enfrente menos resistencia al aire y por ello, que corra más. La manera y el momento de utilizar esos elementos extra, tiene sus propias reglas. Lo que es otro tema.
El público, también da con sus secretos para disfrutar de los rebases, el más lógico es, al seleccionar la tribuna en donde verá la carrera. De ahí la importancia de consultar a los especialistas del Gran Premio de México, quienes le indicarán en qué sitios hay más carrera en el Autódromo Hermanos Rodríguez, siendo la misma para todos.
Por eso te recomendamos consultarlo bien y sacarle todo el jugo a esta carrera de octubre que será sensacional. Porque el rebase más emocionante de todos, es el próximo, que sólo tú verás en vivo.
Por si no los habías visto, te compartimos algunos de los rebases más espectaculares de la F1. Si ya los habías disfrutado, nunca está de más revivirlos y emocionarte en un día de verano como éste.
- Los quince mejores
- Otros ocho
- Solo de Alonso
https://youtu.be/6nK2OJZdq_Q
- Uno de los más grandes, dicen, Piquet sobre Senna
- Tal vez el mejor en Spa 2000
- Con la pista empapada Schummie contra Mika
https://youtu.be/nVqGpVCUPP0
FOTOGRAFÍAS: SUTTON IMAGES