Con un pasado desconocido y rodeado de mitos, no es necesario conocer su rostro para saber que se trata de un personaje único, como él no hay dos. Es un hombre de pocas palabras, determinado, espontáneo, divertido y original.
Decidido a dejar su huella en F1® y a poner en alto el nombre de México, está dispuesto a todo con tal de lograr su sueño. Hace las cosas a su manera y, aunque su carácter impulsivo le genera algunos tropiezos, siempre tiene la mejor actitud.De hecho se rumora que aprendió a manejar antes que a caminar, por lo que en todo momento está preparado para subirse a un monoplaza. Su inigualable nomex y sombrero con bordados en hilo de oro son imán de todas las miradas y sinónimo de porte y elegancia.
Como auténtico mexicano, lleva el corazón en la mano y la música en las venas. Sabe reír y sabe llorar, pero, ante todo, sabe celebrar.