• En Singapur vuelve a las andadas Lewis: con un giro de fantasía que desmigaja el récord. Segundo Verstappen. Vettel, hasta el tercer puesto. S. Pérez el más rápido del resto de los pilotos

La tormenta tan esperada llegó a manera de golpes de mazo sobre un yunque.

Al modo de Senna, el inglés no se mide y sencillamente da un giro mágico en la nocturnidad de Singapur.

Los primeros en no creerlo han sido sus rivales de Ferrari; lo que sería muy fácil de hacércelos entender, si se les pide que reflexionen en que Lewis Hamilton acomete ahora su 79ª pole position. Una cifra hasta hace poco inimaginada.

Para ponerlo en la perspectiva que permita ver con nitidez la grandeza de la gesta del británico, nacido en Tewin, basta con repetir que ha dejado detrás de su estela como velocista puro y duro, a Michael Schumacher quien marcó 68 pp; a Ayrton con 65; a Jim Clark y sus 33, o a Juan Manuel Fangio con aquellas sus 29 míticas cuerdas de arrancada.

Ya se sabe que Hamilton no es monedita de oro para que todos lo quieran. Pero sin duda de que es un racer colosal.

Q 1

Asi fue. Daba inicio la reyerta bajo condiciones climáticas con un cielo despejado y la temperatura bien cálida; de la humedad, mejor ni hablar. El típico ambiente en la península sureña de Asia.

Kimi Raikkonen estableció el primer registro para poner la referencia. Había sido de 1 minuto y 38.534 segundos, subido en los neumáticos de Pirelli “híper blandos” que calzaba su Ferrari número siete.

Hamilton en cambio, rodaba con los “ultra” y fue hasta un segundo más lento que Ice Man.

A pesar de que el rendimiento de esos neumáticos color púrpura, no eran los ideales, persistieron los de su equipo en darles uso. Estrategia muy osada que funcionó, aunque Lewis peligró hasta con quedar eliminado en esta manga.

Los de Ferrari y los de Red Bull cayeron en la finta de los de Brackley, por enésima vez.

Kevin Magnussen con su Haas ha sido la víctima-sorpresa de la manga, porque se quedó en el corte: fue el 16º por una fracción de tiempo casi insignificante.

Brendon Hartley con su Toro Rosso manejó cual otro de los incapaces para brincar la primera dificultad. Stoffel Vandoorne sobre su McLaren color de la papaya, de igual manera, se situó entre los frustrados; pero él lo tenía claro, ya que tocó la pared de cemento al salir de la curva 21.

Ante la cara de desesperación de Claire Williams, sus pilotos otra vez la obligaban a resignarse: dueños consuetudinarios de la lucecita roja del sótano.

Eliminados en la Q 1

Q 2

Qué barbaridad. Una diferencia abismal entre los muretes de mando de alemanes e italianos. Mientras que en el puente de Mercedes ordenaban olvidarse de los cauchos “ultra blandos”, los estrategas de Ferrari decidieron enviar a Kimi Raikkonen a la pista con esos, precisamente. Por supuesto, enseguida, el finés reportó que no venían al caso.

Mucho trajín y barullo de más en el pit colorado por el embrollo que generaron. Tanto así, que mandaron a Sebastian Vettel a combatir cuando –y donde– había más tráfico. Romain Grosjean con su Haas, sin querer, comprometió el resultado del mejor giro de Vettel.

Kimi ya había cambiado a las gomas color de rosa, “híper”, pero la diferencia entre sus pilotos llegó a ser hasta de seis décimas. Habían perdido el rumbo.

Mientras que su nuevo reclutado, el joven de Mónaco Charles Leclerc, besuqueaba la misma pared exterior de la curva 21 con la llanta trasera (de la derecha) de su Alfa Romeo-Sauber, en apariencia, sin sufrir mayor daño.

Casi al cierre de la manga: Fernando Alonso con su McLaren fue desplazado del décimo puesto; quedaba un pasito mejor que su paisano Carlos Sainz en el Renault, que se atoró en esta instancia: pero lo malo para ambos españoles, era que se tornaba incuestionable su eliminación.

Como iba a ocurrir a los dos coches de Sauber: puesto que Leclerc y Marcus Ericsson serían los dos siguientes en ponerse con las patitas, afuera.

De igual modo que le pasó a Pierre Gasly con su Toro Rosso-Honda, que al menos, tuvo la gracia de codearse con los quince más eficientes de esta noche.

La lectura un poco más clara para los entedidos era, que Ferrari no iba a poder con el tercio.

Así que, la estafeta parecía caer en manos de los de Red Bull: Daniel Ricciardo y Max Verstappen, a bordo del par de coches que podrían ser los mejor adapatados a las peliagudas circunstancias.

Agazapados. Los de la “estrella de tres picos” –con demasiada astucia– guardaron su as bajo la manga para detonarlo en el momento estelar. Lo que iba a exigir toda la maestría de su ariete.

Eliminados en la Q 2

Q 3

Las hostilidades en busca de la pole position anunciaban ser un intenso tiroteo entre los dos pilotos de Ferrari, el Mercedes de Hamilton; Verstappen con su “búfalo rojo” y por ahí, más que nada como testigos presenciales: Daniel Ricciardo (RBR-Aston Martin) y Valtteri Bottas con la segunda “flecha de plata”.

Después de los primeros rounds de sombra, ya descaró Lewis Hamilton que tenían consigo el misil más adecuado para lo que viniera.

Y así, como para minar la moral de los rivales, les hizo en su carota: un impresionante crono de 1 minuto y 36.105 segundos. Rodeo al perímetro singapurense muy lejos de lo que se había conseguido en todo el fin de semana, hasta el momento tal.

Por insólito que pareciera, la advertencia se cumplió: Max Verstappen con las riendas bien tensas de su Red Bull, era el que más se aproximaba al Mercedes # 44. Eso sí: tres largas décimas por debajo.

Y con Vettel ensimismado, que registraba en los relojes seis décimas menos que su contrincante directo por el quinto campeonato.

Había el rayito de esperanza tan caro a las almas cándidas.

Se alistaban para dar la batalla final: apostando a un solo giro milagroso.

En Mercedes todavía despacharon a Hamilton con sus mejores neus. Rodó muy recio. Pero al bordear la curva siete, le salió mal la trazada yendo de lado a lado de la calle y… …pues, abandonó este giro lanzado

Vettel venía a toda mecha y hasta consiguió ser el más rápido de todos en el primer sector, pero no pudo sostener el ritmo durante lo que le faltaba y ni siquiera, marcó algo mejor que lo que ya había conseguido el muchacho holandés.

Una oportunidad más. Sólo una. Y tal vez Max Verstappen fuera el piloto que en su lap final, usurpara a Hamilton. Pero no encontró esos milímetros con los cuales mejorar una obra maestra ¿Sabe usted por qué? Por causas de la virtud que se oculta, en espera de los de a de veras, virtuosos.

Valtteri Bottas será el del cuarto lugar en la parrilla, por delante del Ferrari de Raikkonen. Ricciardo largará el sexto, todavía un segundo más rápido que el Racing Point-Force India encargado a Sergio Pérez quien cumplió con toda seriedad en el reto.

Romain Grosjean, Esteban Ocon y Nico Hulkenberg completarán el lleno de las diez primeras cajas del arrancadero de mañana en la 15º carrera de la temporada.

Será un GP muy emocionante a la luz de la luna y las farolas con luz de artificio.

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