Un día como hoy de 1971 el mundo del automovilismo y todos los mexicanos lloramos la pérdida de uno de los pilotos más grandes de todos los tiempos, Pedro Rodríguez, quien murió en las 200 millas de Nüremberg, Alemania.
Las 200 Millas se disputaban en el circuito de NörisRing y esta carrera no figuraba en el programa de competencias de Pedro en 1971. Él había enfocado su meta a la conquista del título de la Fórmula 1 y hacia allá se encaminaba, antes del fatídico 11 de julio. El piloto mexicano accedió a participar ante la insistencia de los directivos del Sport Motor Club de Nüremberg y ahí fue su cita fatal con el destino.
En principio iba a utilizar el nuevo BRM T163 Can-Am para evolucionarlo; pero, al no estar dispuesto, aceptó el Ferrari 512M/S nº 1008 que le ofreció Herbert Müller. “Una carrera de segunda fila siempre es mejor que ninguna carrera”, había manifestado Pedro al ex piloto y dirigente de BRM Raymond Mays, quien relataría que desistió de prohibirle correr con otra marca, para lamentarse amargamente después por no haberlo hecho.
Como de costumbre, Pedro iba a tope con el 512 nº 26, en la frenada de las eses perdió el neumático delantero derecho (que venía desinflándose lentamente) y el Ferrari, desequilibrado, se estrelló contra el muro y rebotó, retornando envuelto en llamas a la pista, donde fue impactado por el Porche 910 Spyder nº 63 de Kurt Hild. Hild resultó ileso, mas Pedro, gravemente herido, con quemaduras, fractura de cráneo y de ambas piernas, tuvo que ser reanimado varias veces, para terminar perdiendo la vida al mediodía en el Hospital Municipal de Nüremberg.
La noticia de su muerte, que fue un domingo por la mañana, cimbró a todo México, siendo informada en televisión por el periodista Jacobo Zabludovsky en el noticiero “Hoy Domingo” a las 10 de la mañana, realizándose una remembranza de Pedro Rodríguez de la Vega. Minutos antes la XEW radio, había dado la noticia de voz del locutor Héctor Martínez Serrano en los espacios informativos que tenía la estación. Fue un día muy triste para México, dado que uno de sus deportistas que había puesto el nombre de México a nivel internacional, fallecía en Alemania.
Pedro Rodríguez era el mejor piloto de su generación en lluvia y de noche, conocido en el mundo de la Fórmula 1 como el “Ojos de Gato”, por su habilidad de conducir bajo estos elementos, solo posiblemente igualado años después por el brasileño Ayrton Senna.
Tras muchos años de correr con Ferrari en autos Sport, en 1970 firmó para el equipo JW-Gulf-Porsche, con el cual logró el Campeonato Mundial de Pilotos y de constructores por dos años consecutivos (1970 y 1971), al mando del fabuloso, pero de difícil manejo, Porsche 91712 considerado uno de los mejores autos prototipos del siglo XX. Se convirtió en uno de los pilotos más completos al correr en F1, CanAm, NASCAR, rallies e incluso fue campeón norteamericano de carreras sobre hielo en 1970 cuando el Alaska Sports Car Club lo invitó a la carrera de febrero, en Sand Lake Anchorage.
Sus restos descansan junto con los de su hermano Ricardo en el Panteón Español de la Ciudad de México y su nombre quedó inmortalizado en nuestro Autódromo que hoy lleva su nombre y que recibirá este año el FORMULA 1 GRAN PREMIO DE MÉXICO 2015®.
Fotos via fredlewisphotos.com y Luc Ghys.