Anfitriona de 48 grandes premios (de 1950 a la fecha)

Desde 1967 tiene qué contar.

• Son 38 los GP jugados en Montreal (hoy, Circuito Gilles Villeneuve) de 1978 a 1986; de 1988 a 2008 y, de 2010 a 2017
• 8 en Toronto (Mosport Park) 1967, 1969, 1971, 1972, 1973, 1974, 1976 y 1977
• 2 al norte de Montreal (en Mont Tremblant) en 1968 y 1970

AL NORTE DE AMÉRICA

MONT TREMBLANT

Con dos carreras bastó para que quedara inscrito en la historia del automovilismo. Pegado a la montaña donde está ese “monte que tiembla”. Si bien su nombre real es “Santa Jovita”. Queda lejos de Montreal a 145 Km., hacia el norte.

Se inauguró en 1964. Fue una pista lenta y que siempre era dañada por el duro invierno canadiense.

Sirvió para dos GP con un año de diferencia entre ellos. El de 1968 ganado por un neozelandés (en éste, subió al podio en tercer lugar Pedro Rodríguez con su BRM; y se formaron en la parrilla dos corredores autóctonos: Pease y Bill Brack) en cambio, en el de 1970, triunfó un belga (el mexicano Pedro Rodríguez quedó en el cuarto sitio y el piloto local George Eaton, en décimo lugar).

MOSPORT

El circuito permanente llamado Mosport International Raceway situado 100 Km., al noroeste de Toronto, empezó su historia en 1961 y allí se originaron los desafíos Canam. Stirling Moss fue el de la idea de una serie así para enfrentar a los pilotos canadienses contra los estadounidenses, que se agruparían en su propio campeonato.

Está a orillas del lago Ontario, ha sido un trazado de carácter montañoso y rápido, pero sufre de lo mismo que Mont Tremblant: la escarcha en el invierno destruye el asfalto.

Su seguridad fue muy criticada, tanto, que lo abandonó la Fórmula 1 en 1978.

En esta sede ganó dos veces Stewart; también lo hicieron Jack Brabham, Jacky Ickx, Peter Revson que fascinó a sus paisanos de los Estados Unidos, y Emerson Fittipaldi, así como el inglés Hunt en el año en que se coronó y, el de Sudáfrica, J. Scheckter.

Bien. George Eaton, Eppie Wietzes y Al Pease fueron los pilotos locales que empezaron hacer la historia de los canadienses corriendo en la F1, por los años de 1967 a 1974. Aunque Peter Ryan y Peter Broeker lo habían realizado de 1961 a 1963 cuando se buscaba figurar, al menos, en los Estados Unidos.

La gran pasión la encendió, sin embargo, Gilles Villeneuve, quien corrió 67 GP hasta que se mató en Zolder (el día previo al GP de Bélgica de 1982) subcampeón del mundo en 1979; ha sido uno de los pilotos más reverenciados de la historia.
Dio vida para siempre al deporte de los autos rápidos, en su país.
Dueño de gran carisma. Era muy veloz. Espectacular. Para verlo fue que se construyó el autódromo en la Isla de Nuestra Señora, pegado a Montreal. Éste, desde 1983 empezó a llamarse el Circuito Gilles Villeneuve.

Otra cosa ha sido lo de Jacques Villeneuve (hijo de Gilles) quien fue campeón en 1997, se retiró un año en 1999, y al regresar ya no repuntó. Su frustración la muestra porque todavía es tiempo de que está contra todo y contra todos. Nada le gusta. Y nadie le hace caso ya.

MONTREAL

Antes nació, luego creció y aquí se convirtió en una afición en clásica, al grado que hoy tiene a dos grandes empresarios canadienses invirtiendo fuerte (como socios) en los equipos Williams y McLaren y, un piloto entre los 20 registrados oficialmente en el actual Torneo Mundial (milita desde 2017).

El GP de Canadá es de los indispensables en el calendario. Normalmente, es una etapa que hace de paréntesis entre las tres primeras carreras que se juegan en Europa, al regresar de la primera serie de carreras que se han llevado al Asia.

Desde el año 2011 la carrera en Montreal se ha programado enseguida del GP de Mónaco.

El trazado descansa sobre un parque que ocupa el total de la isla, con sus canales para el remo (sobre el río San Lorenzo) al costado. Tiene líneas rectas muy largas, una horquilla y buenas chicanas situadas para regularlo. Lo caracterizan los muretes de cemento, bordeándolo, muchas veces demasiado cerca de la trayectoria de manera que hacen recordar a algunas carreras callejeras de las más típicas.

La chicana de Senna está que ni mandada a hacer para brindar gran emoción a las tribunas. Y “el muro de los campeones” que está a poco de llegar a la raya de meta, ha sido visitado por varios pilotos con más de un accidente de verdad aparatoso.

Montreal hospeda carreras muy exigentes para los frenos. A menudo brinda carreras súper animadas. Otras, con lluvia que son demenciales.

CIFRAS

En 1978 el año de su inauguración ganó la carrera, Gilles sobre un Ferrari, para el delirio de su gente.

En Canadá ha ganado tres veces seguidas Michael Schumacher de 2002 a 2004. Y lo mismo se dirá de Lewis Hamilton, con las tres recientes ediciones largando desde la PolePosition y situándose, sin discusión, como el nuevo amo de Montreal.

ATROZ

Uno de los accidentes más dramáticos que se han vivido en la Fórmula sucedió aquí.

En el GP de 1982 largaba en la punta Didier Pironí con un Ferrari, y su carro caló en el momento clave por algún problema. Casi todos los que iban detrás lo driblaron: no así el italiano Ricardo Paletti quien llegó franco con su Osella y pegó de lleno, a lo que siguió un incendio voraz.

Pronto, Didier fue a ayudar, pero ni tiempo hubo de pensarlo más: el tanque de gasolina del auto del italiano, soltó todo y de pronto aquello se volvió: de la escena de un accidente, a una de verdad infernal.

Paletti había muerto por el golpe de la dirección de su auto en el pecho, faltaban dos días para su 24º cumpleaños y era apenas su segunda carrera en la liga suprema.

GRANDES PREMIOS DE CANADÁ