Los momentos posteriores a la clasificación del Gran Premio de Brasil indicaba que Norris, autor de la pole position, estaba ante una gran oportunidad de recortar muchos puntos a Verstappen en el campeonato de pilotos, ya que el piloto de Red Bull debía iniciar 17º.

Sin embargo, el resultado de la carrera fue todo lo opuesto, ya que fue Verstappen quien terminó subiendo a lo más alto del podio para dar un golpe que parece definitorio en su búsqueda por ganar el campeonato del mundo por cuarta ocasión consecutiva.

Verstappen ganó dos puestos antes del inicio ante la imposibilidad de  Albon de disputar la carrera por los daños en su Williams tras chocar en la clasificación y por los cambios realizados en el Ferrari de Sainz, que llevaron al piloto español a salir desde el pitlane.

Una vez que la carrera se puso en marcha después de un primer intento abortado por un despiste de Stroll en la vuelta de formación y en medio de una investigación para Norris por una posible infracción posterior que los comisarios aún deben resolver,, Verstappen rápidamente comenzó a ganar terreno en el clasificador.

Verstappen ya se encontraba en la décima posición al momento de la segunda vuelta, adelantando a Hamilton en el proceso, y cuatro giros más tarde ya ocupaba la sexta posición en el pelotón.

Las circunstancias de la competencia comenzaron a girar en favor de Verstappen cuando Hulkenberg tuvo una salida de pista al momento en que la lluvia se intensificaba, lo que causó un período de Virtual Safety Car.

Las condiciones de la pista siguieron empeorando, lo que llevó a control de carrea a desplegar el coche de seguridad en la 30º vuelta, que luego se transformaría en bandera roja cuando Colapinto chocó duramente contra las defensas en el ascenso hacia la recta principal.

Colapinto, de correcta carrera hasta ese momento en su primera vez bajo la lluvia en la F1, estaba intentando alcanzar al pelotón tras ir a boxes durante la neutralización cuando se salió de pista y chocó con fuerza contra las defensas con el costado izquierdo de su monoplaza, que terminó severamente dañado.

Como la detención de la carrera permite a todos los pilotos cambiar neumáticos, Ocon, Verstappen y Gasly aprovecharon las circunstancias para montar intermedios nuevos de cara al reinicio, que llegó tras 25 minutos de pausa mientras la pista volvía a quedar en condiciones tras el choque de Colapinto.

Ocon tuvo un gran reinicio que le permitió alejarse de Verstappen por más de tres segundos a base de un muy buen ritmo, pero la carrera volvió a verse detenida con el coche de seguridad por un accidente de Sainz en la 40º vuelta.

La bandera verde regreso en la vuelta 43 y Verstappen esta vez aprovechó para sorprender a Ocon y adelantarlo en la primera curva, tomando el primer puesto por primera vez en el día.

Desde allí, el piloto de Red Bull impuso un gran ritmo, marcando un récord de vuelta atrás de otro, para ganar con casi 20 segundos de diferencia.

Pese a no poder quedarse con la victoria, el segundo lugar fue un gran resultado para Ocon, que encima se vio completado por la tercera posición de Gasly para un inesperado doble podio de Alpine.

Russell tuvo que conformarse con el cuarto lugar después de haber sido líder durante buena parte de la competencia, mientras que Leclerc completó los cinco primeros puestos.

Norris completó su difícil jornada al irse largo en la primera curva en el reinicio final, lo que le hizo caer de cuarto a séptimo, pero finalmente cruzó la meta sexto facilitado por su compañero Piastri, que fue séptimo en la pista pero quedó clasificado octavo, detrás de Tsunoda que había sido tercero en la primera parte de la carrera tras su brillante clasificación por una sanción de diez segundos que se le impuso por un incidente con Lawson más temprano en la carrera.